domingo, 24 de enero de 2016

DRONES, LA INVASIÓN (EPISODIO #38)


Finalmente arribábamos. Pese a ello, con moto y todo nos metíamos en una casa que estaba enfrente del hospital. Desesperaba, los drones habían usurpado el establecimiento municipal. Incrédulo, los observaba desde la ventana de una habitación. Como era de esperarse, la casa estaba deshabitada. Los drones descendían y soltaban aparatos que no presentaban movilidad. Unas máquinas con aspecto de hormigas los cargaban en sus plataformas para de inmediato adentrarlos en el hospital. En tan solo media hora había contado veinte chatarras. No estaba errado, además de sobreviviente me dedicaba a la contabilidad. Era demasiado, los drones se habían humanizado. Pensar que antes solían ser objetos de diversión. Me sentía un extraño. Para males mi infección no paraba de avanzar. Necesita medicamentos a la brevedad. Tal vez podía ingresar por una puerta lateral. Persignándome cogía el bate y cruzaba la avenida para circundar el hospital.