martes, 5 de enero de 2016

DRONES, LA INVASIÓN (EPISODIO #22)


Las ojeras me manchaban la cara, tenía que descansar pero para conciliar el sueño necesitaba sentirme seguro. Era por eso que instalaba un ingenioso sistema de alarma en los escalones que conducían al sótano: varias tanzas de pesca deportiva, estratégicamente repartidas a lo largo y ancho de la escalera, de las cuales colgaban las campanillas que mis abuelos coleccionaban y luego pasaron a ser un bien de familia. No tenía luz, no contaba con dispositivos tecnológicos, pero mi imaginación seguía viva.