martes, 5 de enero de 2016

DRONES, LA INVASIÓN (EPISODIO #19)


Amanecía. Estaba inquieto. Había dejado a Rita en el suelo. Los cinco dedos de mis manos se aferraban al bate de béisbol. Aquel palo cilíndrico, estrecho en la empuñadura y grueso en el extremo opuesto, constituía una extensión de mi cuerpo. No pensaba soltarlo ni aunque me amputasen los dedos. Atravesaba un momento crucial, decisivo. Mordiéndome los labios aguardaba el aciago encuentro: la araña mecánica se arrastraba por la escalera y su sombra tétrica se adentraba por el acceso que dejaba la puerta entreabierta.