martes, 5 de enero de 2016

DRONES, LA INVASIÓN (EPISODIO #21)


La araña yacía en el fondo del patio. Esa misma noche la había enterrado. Ningún drone había avistado mi rol de sepulturero. Por las hendijas de la persiana había advertido que las arañas se habían multiplicado. En cuestión de minutos había contado 25. No era matemático pero si en tan poco tiempo habían circulado tantas, bien podía deducir que mi ciudad había sido tomada. Tenía que ser cauto. La araña aniquilada me había arruinada la casa. Todo estaba destrozado, excepto los espejos. Tal vez le agradaba mirarse. En el patio había hallado una barra de acero, la había usado para trabar la puerta de acceso, ofrecía resistencia y además podía darme tiempo para esconderme en el ambiente subterráneo.