jueves, 21 de enero de 2016

DRONES, LA INVASIÓN (EPISODIO #31)

   
La mañana siguiente transcurría con absoluta tranquilidad hasta que otro aparato invadía mi hogar, otra araña mecánica con sigilo se adentraba en mi propiedad pero no rompía nada. Yo la espiaba, conteniendo la respiración, desde la escalera que conducía al sótano, entre las tantas campanillas que colgaban de las tanzas y que me brindaban ciertas dosis de seguridad. Un movimiento torpe podía avivar su curiosidad, por lo que permanecía quietito cual pinturita. La máquina desgraciada se retiraba tras unos breves pero tortuosos minutos de inspección. No había ordenado nada, todos los muebles seguían en el mismo estado en que la otra araña los había dejado. Hasta un visitante humano podía deducir que aquella casa estaba deshabitada, pero casi me hice pis encima. Tal vez necesita un pañal, o pensar seriamente en abandonar mi endeble hogar.